"La historia se repite. Marx observó que los grandes hechos y personajes aparecen en la historia dos veces: una como tragedia y la otra como farsa, igual que si en momentos de profundas transformaciones los hombres, atemorizados por la responsabilidad, convocaran a los espíritus del pasado, adoptaran sus nombres, sus ademanes y sus lemas para representar con ese disfraz prestigioso y ese lenguaje postizo una nueva escena histórica como si de una conjuración de los muertos se tratase. En el caso del 23 de febrero la intuición de Marx es válida aunque incompleta. La leyenda es parcialmente falsa: el general Pavía no irrumpió a caballo en el Congreso, lo hizo a pie y a sus órdenes un destacamento de la guardia civil desalojó a tiros a los parlamentarios de la primera república y precipitó un golpe de estado que la prensa conservadora llevaba meses propugnando Como remedio contra el desorden en el que se hallaba sumido el país..."
Mark Stewart & Maffia: "Jerusalem"
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